Del 7 al 19 de Junio de 2006.
PASOS CLANDESTINOS
El conjunto de obras que se presentan en esta exposición forman parte de una serie-libro de grabado que se titula: “LO MEJOR DE LAS FRONTERAS SON LOS PASOS CLANDESTINOS”. Esta serie surge de un texto de la novela de Manuel Rivas (“El lápiz del carpintero”) cuando uno de sus personajes (el doctor Da Barca) dice: “Lo único bueno que tienen las fronteras son los pasos clandestinos. Es tremendo lo que puede hacer una línea imaginaria trazada un día en su lecho por un rey chocho o dibujada en la mesa por los poderosos como quien juega un póker”. De estas frases fueron saliendo ideas, dibujos y grabados. Este es un tema que me interesa mucho como persona y desde el punto de vista artístico. He buscado y sigo buscando información sobre las fronteras y sobre la gente que se va a otro lugar por desesperación, pase lo que pase. Como dice Jose Luis Sampedro ““Las fronteras son creativas. En ellas hierve la vida más que en los centros”. Habitamos un mundo en que existe el mayor movimiento de masas humanas de la historia.
En cuanto a la técnica, las obras presentadas son xilografías en blanco y negro sobre papel superalfa. Catorce de ellas de 76x54 cm (tamaño papel) y 30x20 (tamaño de la huella) y dos de 100x70. Algunos grabados combinan elementos de collage (papel, algodón, papel metálico, alambrada). Los grabados han sido estampados en el taller “La Persiana Naranja” (Espinardo-Murcia).
JOSAN LOPEZ DE PARIZA
La levedad y el peso.
La Medusa, ser mitológico de cabeza serpentina, volvía de piedra a todo aquel que la miraba. Nos cuenta Ovidio que sólo Perseo, calzado con sandalias aladas y apoyándose en lo más etéreo -las nubes y los vientos- por una visión indirecta -se coloca de espaldas a la Medusa y se guía por la imagen reflejada en su escudo- logra decapitarla. De su sangre nace Pegaso y en ese lugar surge una fuente de la que beben las musas. De lo teratológico nace lo ligero, lo elegante, lo bello.
Sin embargo, hace falta mucha más delicadeza para ser un héroe, un Perseo creador de belleza. Perseo guarda en un saco la cabeza de la Medusa para destruir lo oscuro, y después de cada desafío, para que la delicada cabeza decapitada no sufra daño, mulle el suelo con unas algas –el monstruo aterrador es, también, muy frágil- y esas algas en contacto con la cabellera de serpientes se vuelven corales con los que vienen a adornarse las ninfas.
La tarea del héroe, del creador artístico, es sustraerle al mundo y a sus cosas opacidad, restarles peso y gravedad, tomar la pesadez de la realidad y aligerarla, volverla luminosa y leve. Esto hace Josan desde la piedra, devolvernos estampas para destilar el sentido de la realidad, limar las aristas de las cosas que hieren como cuchillos.
Y tal cosa, en los tiempos que corren, no es poco.